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AMLO, el victimista

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Testigo fiel

Por: Jesús Torres

AMLO, el victimista

No es la primera vez que el presidente, Andrés Manuel López Obrador juega a hacerse la víctima, dejando ver su incapacidad para resolver los grandes problemas por los que atraviesa el país, sobre todo en materia económica, inseguridad y el reto mayor de salvar vidas ante una pandemia que prevé dejar más de 60 mil muertes en el país.

De hecho a lo largo de su carrera política siempre ha visto ‘moros con tranchetes’, desde que en 1988 y 1994 buscó la gubernatura de su natal Tabasco, después de renunciar al PRI y ser derrotado en dos ocasiones primero por Salvador Neme Castillo y luego por Roberto Madrazo.

Ya desde esos tiempos, como ahora, traía un pleito casado con medios de comunicación, partidos políticos y empresarios locales a quienes acusaba de corruptos y amafiarse con el poder, incluso en los mítines azuzaba a sus seguidores a realizar marchas, bloqueos, toma de pozos petroleros, no comprar en comercios que prestaban servicios al gobierno y no pagar la luz.

En el año 2000 después de ganar la entonces jefatura de gobierno de la Ciudad de México denunció un complot, primero por el videoescándalo en que se vieron envueltos, René Bejarano, hoy funcionario de López Obrador, y Carlos Imaz, así como el exsecretario de Finanzas local Gustavo Ponce quienes recibieron harto dinero para la campaña del tabasqueño.

Después vino un amplio proceso de desafuero por la expropiación que hizo como jefe de gobierno del predio El Encino en Santa Fe y que al final logró librar ante diputados. Según AMLO, querían derrocarlo por sus aspiraciones a la presidencia.

En los años 2006 y 2012, el oriundo de Macuspana hiló dos derrotas consecutivas ante el panista, Felipe Calderón y el priista, Enrique Peña Nieto; todavía se recuerda la toma del primer cuadro de la capital mexicana y el plantón permanente en Paseo de la Reforma así como las pérdidas millonarias que registró el comercio en aquella época. Esa vez no reconoció la derrota ante Calderón, se hizo la víctima y se declaró presidente legítimo.

Por eso no causa sorpresa que ayer en Palacio Nacional haya dicho que ahora hay un grupo de empresarios, partidos políticos y medios de comunicación que quieren derrocarlo a través de la supuesta creación de un Bloque Opositor Amplio (BOA). Nada más falso que eso.

Detrás, lo que sí hay, es una incompetencia para atender los grandes pendientes de este país como la contención del coronavirus, la recesión económica y la violencia que crece peligrosamente en México. Eso es lo realmente urgente.