Un acto encabezado la tarde de este martes por el presidenteNicolás Maduro y transmitido a todo el país en cadena de radio y televisión, culminó de forma abrupta cuando cientos de personas se abalanzaron sobre el vehículo descapotado que trasladaba al mandatario venezolano en Ciudad Guayana, estado Bolívar, al sur del país.
Luego de comandar un desfile cívico-militar en conmemoración de los 200 años de la Batalla de San Félix, Maduro se subió a un auto que tuvo que atravesar una multitud para abandonar el lugar. La imagen muestra cómo la muchedumbre se arremolinaba a su alrededor, mientras uno de los integrantes de su equipo de seguridad se montaba sobre el capó del carro y levantaba los brazos para evitar que un objeto –al parecer un papel – impactara en la humanidad del Jefe de Estado.
Dos reporteras del diario regional Correo del Caroní informaron a través de sus cuentas en Twitter que cinco personas, incluidos dos menores de edad, habrían sido detenidas “por lanzar objetos contundentes” contra Maduro. Al momento de escribir esta nota, el gobierno venezolano no había ofrecido su versión de los hechos.
La confusión que asaltó la pantalla de televisión disparó las reacciones en las redes sociales. El diputado opositor por el estado Bolívar, Américo De Grazia, compartió un video del incidente, captado desde otro ángulo, donde se escucha a la multitud gritar insultos contra Maduro.
“Familiar en San Félix me cuenta que la gente estaba como plancha e’ chino (molesta) con Maduro y cortaron la transmisión”, escribió en Twitter la diputada opositora Dinorah Figuera. «¡Guayana no te quiere! Venezuela clama tu salida. Vecinos de San Félix lanzan huevos al dictador al finalizar acto en cerro El Gallo”, publicó Vente Venezuela, partido de la exparlamentaria María Corina Machado.
La coordinadora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, compartió el video en su cuenta y lo acompañó con este mensaje: “Hace minutos al cierre del acto en Bolívar, un Maduro temeroso del pueblo, protegido por su anillo de seguridad”.
Este episodio hizo recordar al popularmente llamado “manguicidio”, ocurrido el 22 de abril de 2015. En aquella ocasión, el mandatario recorría las calles de Maracay, capital del estado Aragua –centro-, manejando un autobús, dejó su ventanilla abierta y una mujer le tiró un mango que impactó de lleno en su cabeza.
“Hasta un mango me lanzaron”, relató posteriormente el líder de la revolución chavista, quien comentó en su programa semanal que una dama escribió sobre la piel de la fruta su nombre, su número telefónico y el siguiente mensaje: “Si quiere me llama”. Todo, para pedirle una ayuda.
Una situación mucho más tensa se registró el 2 de septiembre de 2016 en el barrio de Villa Rosa, en la isla de Margarita. En esa ocasión, Maduro rompió el protocolo para sostener un contacto directo con los vecinos del sector, históricamente chavista; sin embargo, para su sorpresa, lo recibieron con un sonoro cacerolazo.
El testimonio audiovisual del repudió corrió como la pólvora en las redes sociales y, a las pocas horas, el gobierno ordenó la encarcelación del periodista venezolano-chileno Braulio Jatar, director de la web Reporte Confidencial, quien se encargó de difundir el material.
El gobierno chavista trató de negar la veracidad de la protesta de Villa Rosa, pero al final el entonces ministro de Comunicación, Luis José Marcano, admitió el hecho y solo llegó a decir que la oposición intentaba ocultar sus supuestos fracasos políticos “con un cacerolazo de un grupo en una comunidad”.
El equipo de seguridad de Maduro ha incurrido en fallas severas desde el mismo día que asumió la primera magistratura nacional. Su toma de posesión en el hemiciclo del Parlamento venezolano, el 19 de abril de 2013, se vio empañada cuando un hombre le saltó encima, dando gritos en medio de su discurso. “Me pudieron haber dado un tiro aquí, ha fallado la seguridad”, criticó el dignatario, visiblemente molesto por la interrupción de aquel espontáneo. (UNIVISIÓN).