Testigo fiel
Por: Jesús Torres
¿A qué llegó AMLO a la ONU?
Andrés Manuel López Obrador llegó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a querer dar clases de moral y presentarse como el adalid de las causas perdidas entre los líderes mundiales, pero nadie se lo creyó.
Desde la noche del lunes que arribó a Nueva York, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, un grupo de porristas y fanáticos ya lo esperaban en el hotel donde se hospedaría. Y ahí si, obligado a usar el cubrebocas.
Ayer por la mañana, antes de dirigirse a la ONU, ya le habían montado otro ‘teatrito’ de los que gusta el tabasqueño para sentirse aclamado.
Como se estila decir en estos casos, mucho circo maroma y teatro. Es lo suyo.
Ya en la ONU, López Obrador quiso componer este mundo, aunque en el país que gobierna se estile lo contrario.
Tiene a México sumido en la miseria con más de 4 millones de nuevos pobres desde que inició su mandato.
Gobierna uno de los países más violentos por la ola de crímenes y el asesinato de mujeres como nunca había ocurrido en otras administraciones, además de ser una de las naciones con más muertes por pandemia.
Con esas cartas credenciales, México presidirá por un mes el Consejo de Seguridad de la ONU.
En el combate a la corrupción, considerado el ‘talón de alquiles’ de la cuatroté, AMLO sigue quedando a deber después de los escándalos de sus hermanos, Pío y Martín, que siguen impunes, los contratos millonarios de Pemex a su prima Felipa, así como una lista de funcionarios cercanos a los que ha tolerado su riqueza mal habida.
Pero además, en tres años de gobierno López Obrador no ha podido enjuiciar a los ex presidentes mexicanos acusados de corruptos después de haber realizado una consulta popular para llevarlos a prisión.
Aún y con todo eso, el inquilino de Palacio Nacional pidió a la ONU que combata la corrupción, que luche contra la desigualdad y malestar social que cunde en el planeta. No estaría demás empezar por México.
Y como era de esperarse aprovechó el micrófono para ofertar sus programas clientelares de uso electoral como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro para ver si la ONU los aplica en todo el mundo.
Propuso además un fondo de fraternidad y bienestar para combatir la pobreza, cuando ni en México lo ha hecho. Como dice el refrán mexicano: De lengua me como un taco.
