En medio del proceso electoral que se vive en la Ciudad de México y a poco más de tres meses de la elección, la administración actual decidió frenar poco a poco las pláticas con la directiva de Cruz Azul, respecto al proyecto del nuevo estadio, ya que no quieren que los diferentes grupos políticos lo tomen como bandera.
Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte, manifestó que el objetivo es que no se politice la intención de edificar una nueva casa para el cuadro cementero, y que será hasta después de las votaciones (1 de julio), que se retomen las charlas con el club celeste.
“Francamente hemos ido bajando el ritmo de las conversaciones, porque en esta parte política habría una predisposición a que distintos grupos se puedan subir al proyecto, entonces dijimos ‘para qué nos metemos en bronca’, no vale la pena politizar un proyecto tan importante como es el Estadio Azul.
«Vamos a retomar las pláticas de alguna forma cuando pasen las elecciones, y estoy seguro que eso se puede concluir en esta administración, y si no se concluye dejaremos conversaciones avanzadas para que la siguientes administraciones puedan concluir este proyecto”, apuntó.
El funcionario insistió que la intención del actual gobierno es que el club permanezca en la Ciudad de México, para lo que ellos solo dispondrán del espacio, sin que haya una inversión de recurso público en la edificación del inmueble, el cual dependerá en el 90% del Cruz Azul.
