El presidente Donald Trump presionó el jueves a China para que haga más por contener a Corea del Norte y dijo que el comercio bilateral ha sido injusto para Estados Unidos, aunque elogió el compromiso del mandatario Xi Jinping en torno a la apertura de Pekín a más empresas extranjeras.
Sobre los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte, Trump dijo que “China puede solucionar este problema de manera rápida y fácil”, e instó a Pekín a cortar los vínculos financieros con Pyongyang y también pedir ayuda a Moscú.
Trump estuvo hablando junto con Xi en la capital china para anunciar la firma de acuerdos comerciales por unos 250.000 millones de dólares entre firmas estadounidenses y chinas, unas operaciones que se llevarán a cabo pese a las quejas profundamente arraigadas en la comunidad empresarial estadounidense sobre el acceso al mercado en China.
Xi dijo que la economía china será cada vez más abierta y transparente para las empresas extranjeras, incluidas las de Estados Unidos, y dará la bienvenida a las empresas estadounidenses para que participen en su ambiciosa iniciativa de infraestructura del Cinturón y Ruta de la Seda.
Trump dejó claro que culpa a sus predecesores, no a China, por el desequilibrio comercial, y elogió repetidamente a Xi, calificándolo de “hombre muy especial”.
“Pero haremos que sea justo y será fantástico para los dos”, dijo Trump. Xi sonrió ampliamente cuando el líder republicano dijo que no culpaba a China por el déficit y cuando alabó la eficiencia del mandatario chino.
“Por supuesto que hay algunas fricciones, pero sobre la base de la cooperación de beneficio mutuo y la competencia leal, esperamos que podamos resolver todos estos problemas de manera franca y consultiva”, dijo Xi.
“Mantener nuestra apertura es nuestra estrategia a largo plazo. Nunca estrecharemos o cerraremos nuestras puertas. Las ampliaremos aún más”, dijo. China también ofrecerá un entorno más justo y transparente para las empresas extranjeras, incluidas las estadounidenses, dijo Xi.
AVANCE MODESTO
Trump está alentando a China a presionar aún más a Corea del Norte sobre su decisión de desarrollar armas nucleares en desafío a las sanciones de Naciones Unidas. Se espera al menos un avance modesto, aunque no hay señales inmediatas de grandes progresos, dijo un funcionario estadounidense.
Refiriéndose a Xi, Trump dijo: “Creo que hay una solución para eso, igual que usted”.
Xi reiteró que Pekín luchará por la desnuclearización de la Península Coreana, pero no ofreció indicios de que China vaya a cambiar de rumbo respecto a Corea del Norte, con la que luchó codo con codo en el conflicto de 1950-1953 contra las fuerzas lideradas por Estados Unidos.
“Nos dedicamos a llegar a una solución al problema de la península de Corea a través del diálogo y las consultas”, dijo Xi.
En declaraciones a periodistas tras las conversaciones, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo que Trump le dijo a Xi: “Eres un hombre fuerte, estoy seguro de que puedes resolver esto para mí”.
Tillerson dijo que ambos líderes acordaron que no podían aceptar una Corea del Norte con armas nucleares, pero reconoció que tenían algunas diferencias sobre las tácticas y los tiempos.
El secretario señaló que Trump, en un discurso en Seúl, había “invitado a los norcoreanos a sentarse a la mesa”, en línea con el deseo chino de una solución negociada. Añadió, sin embargo, que el mandatario republicano estaba preparado para una “respuesta militar” si consideraba que la amenaza era lo suficientemente grave, pero que “esa no es su primera opción”.
“Vamos a trabajar duro en los esfuerzos diplomáticos también”, dijo, pero no dio más detalles.
En una muestra de la importancia que China otorga a la primera visita oficial de Trump, la ceremonia de bienvenida del jueves frente al Gran Palacio del Pueblo de Pekín con vistas a la plaza de Tiananmen fue transmitida en vivo por la televisión estatal, un tratamiento sin precedentes para un líder extranjero.
“HORRIBLE” SUPERÁVIT COMERCIAL
Trump ha intensificado sus críticas al superávit comercial masivo de China con Estados Unidos, calificándolo de “vergonzoso” y “horrible” la semana pasada, y ha acusado a Pekín de prácticas comerciales desleales.
Por su parte, China dice que es necesario abordar las restricciones de Estados Unidos a la inversión china en Estados Unidos y las exportaciones de alta tecnología.
Varios líderes empresariales se encontraban en Pekín como parte de una delegación encabezada por el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross. General Electric y el fabricante de semiconductores Qualcomm Inc estuvieron entre las empresas que anunciaron miles de millones de dólares en ventas a China.
Pero el acuerdo de Qualcomm para vender componentes de teléfonos móviles por un valor de 12.000 millones de dólares a tres fabricantes chinos durante tres años no es vinculante, y los críticos dicen que este tipo de anuncios a veces tienen más de imagen que de sustancia.
“Esto muestra que tenemos una relación económica bilateral fuerte y vibrante, y aun así debemos concentrarnos en nivelar el campo de juego porque las compañías estadounidenses continúan en desventaja cuando hacen negocios en China”, dijo William Zarit, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en China. (Reuters).