Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Adán López, sigue en el ojo del huracán
El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo sigue recurriendo a distractores para sacar de la escena nacional al senador de Morena, Adán Augusto López Hernández a quien se ha involucrado con el exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, líder de ‘La Barredora’, célula del CJNG y prófugo de la justicia.
Ayer el semanario Proceso le dedicó la portada al presidente de la Jucopo bajo el título: ‘Los Pecados de Adán’ en un sendo artículo que abarca las primeras cinco páginas de la revista donde se “desteje la red de implicados que hicieron posible que ese grupo (La Barredora), brazo del Cártel de Jalisco Nueva Generación asolara Tabasco con la connivencia del aparato gubernamental estatal y con el apoyo incondicional de Palacio Nacional”.
Vamos, ni los personajes de Morena que se fueron de vacaciones al extranjero, vistos en hoteles de cinco estrellas y lujosos restaurantes tirando por la borda los postulados de la austeridad que pregona la 4T, hicieron que el caso del Adán López se diluyera.
La semana pasada, a modo de distracción, abrieron fuego contra el senador y presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas a quien pretenden, en un nuevo intento, desaforar con la mayoría que tiene Morena en San Lázaro.
Solo que la Sección Instructora, donde se analiza el caso, archivó el expediente abierto desde 2022 contra Moreno Cárdenas en base a una resolución judicial.
Aunque se reabrió otro expediente, este fue calificado por el PRI como una estrategia de “administración de tiempos” para desviar la atención de los señalamientos que enfrenta el gobierno federal por presuntos nexos con el narcotráfico.
Y tan no le funcionó a Morena el ataque contra Alito Moreno que el priista acudió a la Fiscalía General de la República a denunciar al senador, Adán Augusto López Hernández, al expresidente López Obrador, su hijo, Andy López Beltrán así como gobernadores y exgobernadores morenistas por vínculos con el crimen organizado.
Apenas el fin de semana el dirigente del PRI viajó a Washington, tal como lo había anticipado, a denunciar a los “narcopolíticos” de Morena, a los mismos que acusó ante la FGR.
En paralelo se intentó desde el gobierno desviar la atención con la liberación de Israel Vallarta, después de permanecer casi 20 años preso, supuestamente por liderar una banda de secuestradores conocida como El Zodiaco.
De la misma manera se anunció la creación de una Comisión Presidencial para la Reforma Electoral que tiene como propósito desaparecer los cargos de representación en la Cámara de Diputados.
Pero nada de eso, hasta hoy, ha logrado que en medios de comunicación y la opinión pública se siga hablando y crezca la percepción que desde el gobierno se protege a políticos y líderes de Morena acusados de tener vínculos con el narcotráfico.