Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Veracruz, elección bajo riesgo
Apenas a mitad de esta semana escribía sobre la violencia político-electoral que se vive en Veracruz desde que arrancaron las campañas, con un saldo trágico de dos candidatos morenistas asesinados, así como exalcaldes y militantes del partido oficial.
El clima de inseguridad que prevalece en territorio veracruzano ahora alcanzó las oficinas del Comité Directivo Estatal del PRI en Xalapa, la capital, tras la vandalización de la sede tricolor por un grupo de encapuchados que actuaron con total impunidad y sin la intervención de las autoridades.
Derivado de este ataque violento, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas anunció en sus redes sociales la suspensión temporal de giras, eventos y actividades de campaña de los candidatos y sus militantes en tanto los gobiernos federal y estatal no garanticen la seguridad durante el proceso electoral.
De manera paralela, en un comunicado el PRI lamentó que la violencia se haya apoderado de las elecciones en Veracruz y se estén rebasando todos los límites.
Pero además, que el crimen organizado actúe a plena luz del día, con absoluta impunidad y sin consecuencia alguna. “El gobierno estatal ha sido rebasado por completo y el gobierno federal guarda un silencio cómplice”, advierte el tricolor.
El PRI exigió elecciones limpias, seguras y en paz, donde se garantice la integridad de todos los actores políticos y de la ciudadanía que saldrá a votar el próximo 1 de junio.
No es la primera vez que el Revolucionario Institucional hace un llamado a las autoridades responsables, desde el pasado 13 de marzo el grupo parlamentario del tricolor alzó la voz, como lo hizo ayer en la Cámara de Diputados, para pedir la intervención del titular de Seguridad y Protección Ciudadada, Omar García Harfuch.
La falta de una respuesta a este reclamo, al que se suman los ataques a las oficinas del PRI, como lo señalara ayer la diputada federal de Veracruz Lorena Piñón, es una muestra clara de la indolencia gubernamental ante reiteradas advertencias sobre la escalada de violencia electoral que se vive en el estado.
Eso y con todo que ya hubo asesinatos y candidatos que tuvieron que bajarse de la contienda por amenazas durante el proceso electoral.
Aunque para la presidenta, Claudia Sheinbaum, ninguno de los crímenes registrados, -todos de las filas de Morena-, pone en riesgo las elecciones en Veracruz.
La pregunta es: ¿Qué más tendría que pasar para que haya preocupación en Palacio Nacional? Porque hasta ahora han dejado a su suerte a los veracruzanos. Así se ve.
