Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Veracruz, votar entre balas
El gobierno de Morena en Veracruz ha sido incapaz de garantizar unas elecciones tranquilas a sólo dos semanas de haber arrancado las campañas, tras el asesinato de candidatos, exalcaldes y militantes partidistas.
Desde que inició el proceso local, el PRI fue el principal partido opositor que demandó la intervención del Secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, ante una serie de amenazas e intimidaciones que padecieron los aspirantes.
Hoy, después del asesinato de dos candidatos de Morena a la alcaldía de Coxquihui, Germán Anuar Valencia y más recientemente de Texistepec, Yesenia Lara Gutiérrez, se anunció la llegada de 3 mil 500 efectivos del Ejército Mexicano para reforzar la seguridad.
El clima de violencia que prevalece en Veracruz, previo a las elecciones del 1 de junio, según la gobernadora morenista, Rocío Nahle obedece más a una campaña de pánico para crear un ambiente de miedo.
Sólo que quien ha puesto los muertos en esta elección es Morena, pues no sólo han sido atacados a balazos sus candidatos, sino también exalcaldes y militantes del vinotinto.
A estas alturas del proceso que se vive en el territorio veracruzano en que se renovarán 212 alcaldías, el saldo ha sido de 8 muertos, todos morenistas.
Pero además, 54 candidatos de los diferentes partidos han pedido seguridad personal ante el riesgo de lo que pudiera pasarles de aquí al día de la jornada electoral.
Según la organización Data Cívica, sólo del 1 de enero al 6 de mayo se han documentado 20 víctimas de ataque armado, secuestro, amenaza y atentado contra autoridades de elección popular en Veracruz.
La indiferencia que han mostrado la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch ya cobró las primeras facturas a sus candidatos y militantes casi a mitad de las campañas políticas.
Si este es apenas el preámbulo en el devenir de cosas, lo que todavía falta por verse en Veracruz no pintaría nada halagador para nadie.
Votar entre balas es lo peor que podría pasarle a los veracruzanos cuando acudan a las urnas a elegir a sus próximas autoridades.
