Este 1° de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Trabajo, una fecha que rinde homenaje a la lucha histórica por condiciones laborales justas, y que tiene sus raíces en la represión sufrida por trabajadores en Chicago, Estados Unidos, en 1886, cuando exigían una jornada laboral de ocho horas. A casi 140 años de esos acontecimientos, el día sigue siendo un símbolo de defensa de derechos laborales y justicia social.
El origen de esta fecha se remonta a un contexto de jornadas laborales que alcanzaban hasta 16 horas diarias, lo que motivó a miles de trabajadores a organizarse en huelgas y manifestaciones. En la protesta más emblemática, ocurrida el 1° de mayo de 1886, fueron reprimidos y ejecutados varios obreros tras una explosión en la Plaza Haymarket, evento que marcó la historia del movimiento obrero mundial.
A partir de ese hecho, distintas organizaciones sindicales y colectivos laborales reconocen el 1° de mayo como una jornada de lucha, memoria y reivindicación de los derechos conquistados, así como de exigencia para mejorar las condiciones laborales existentes.
Marco legal en México
En el caso de México, el derecho al trabajo digno y bien remunerado está contemplado en el Artículo 123 de la Constitución Política, que da sustento a la Ley Federal del Trabajo. Esta legislación reconoce derechos fundamentales como la jornada laboral limitada, el descanso, las vacaciones pagadas, la seguridad e higiene en el empleo, la capacitación, la igualdad de condiciones sin discriminación, y el acceso a servicios como vivienda y salud.
La ley se compone de 16 capítulos y más de mil artículos que orientan tanto a empleadores como a trabajadores. En años recientes, ha sido objeto de diversas reformas, como la inclusión del teletrabajo en 2019, el aumento del número de días de vacaciones en 2023, y la aprobación de la llamada «Ley Silla» en 2024, que garantiza el derecho de los trabajadores a descansar sentados.
Para este 2025, se encuentra en análisis una nueva reforma enfocada en los derechos laborales de quienes laboran en plataformas digitales de servicios de transporte y reparto.
El desafío del salario mínimo
En materia salarial, México ha experimentado un aumento progresivo del salario mínimo desde 2018, cuando era de $89.44 pesos diarios, hasta alcanzar $193.44 pesos en 2024. En la zona fronteriza norte, la cifra es más alta debido a ajustes regionales. No obstante, especialistas advierten que estos incrementos, aunque significativos, no han sido suficientes para erradicar la pobreza laboral.
De acuerdo con el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, dirigido por Enrique Provencio Durazo, más de un tercio de la población mexicana no percibe ingresos suficientes para cubrir la canasta básica alimentaria. “Aunque el salario mínimo ha crecido 137 % en términos nominales, muchas personas siguen sin acceso a condiciones de vida dignas”, afirmó el especialista.
Provencio también señaló que persisten importantes brechas de desigualdad. Las mujeres ganan en promedio un 20 % menos que los hombres, y los estados con mayor rezago económico pagan hasta 60 % menos que los más desarrollados. En el caso de los municipios con alta presencia indígena, los ingresos llegan a ser menos de la mitad en comparación con los municipios no indígenas. Asimismo, los trabajadores informales ganan en promedio 50 % menos que quienes tienen un empleo formal.
Un llamado a la equidad y justicia laboral
En el marco de esta conmemoración, diversos sectores académicos y laborales reiteran que el avance en derechos laborales debe ir acompañado de políticas públicas que reduzcan las desigualdades estructurales y que garanticen condiciones equitativas de empleo.
“La lucha laboral no ha terminado. Todavía existen amplias zonas del país donde el trabajo digno es una promesa incumplida”, advirtió Provencio Durazo.
Este 1° de mayo, el país recuerda no solo a los mártires de Chicago, sino también a millones de trabajadoras y trabajadores mexicanos que, cada día, enfrentan desafíos estructurales para ejercer su derecho al trabajo en condiciones justas, equitativas y humanas. (Mas).