Un catálogo de horror ha salido a la luz en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco.
La Fiscalía del estado ha publicado la actualización del inventario de prendas y objetos encontrados en el sitio, un presunto centro de exterminio ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Hasta ahora, el número de indicios recogidos asciende a 1,308, entre ellos 305 pantalones, 168 playeras, 154 pares de zapatos y 143 cobijas, muchas de ellas idénticas, como si hubieran sido adquiridas en lotes.
Este rancho, ubicado a poco más de una hora de Guadalajara, fue intervenido por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco el pasado 5 de marzo. Las buscadoras han recibido llamadas de sobrevivientes que relatan historias de reclutamiento forzado, torturas, violaciones y asesinatos en el lugar.
También han sido hallados hornos crematorios, restos óseos y fosas clandestinas, lo que refuerza la hipótesis de que el sitio funcionó como un punto de desaparición masiva.
La difusión de las prendas ha llevado a familias de todo el país a intentar identificar a sus seres queridos.

Danny, un joven que busca a su hermano Carlos Jonathan Alejandro Zúñiga, desaparecido en Tonalá en febrero de 2021, creyó reconocer una camiseta de béisbol de los Texas Rangers. Sin embargo, las autoridades aún no le permiten verla en persona. “Nos dijeron que en los próximos días nos tomarán ADN para compararlo con los indicios, pero que el proceso puede tardar años”, lamentó.
El impacto de este hallazgo ha sacudido a cientos de familias en Veracruz, Guanajuato, Nayarit y Tamaulipas, entre otros estados. Verónica Reséndiz, madre de Marco Antonio Ponce, desaparecido en 2020 en Ciudad Madero, Tamaulipas, teme buscar entre los zapatos del inventario, pues es lo único con lo que podría identificar a su hijo. “Quiero encontrarlo, pero tengo miedo de que ya no pueda volver a verlo”, dice.
La magnitud del descubrimiento ha colocado la crisis de desapariciones en el centro de la discusión política. La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado medidas para enfrentar la crisis, como la unificación de registros forenses y fiscales, el fortalecimiento de la Comisión Nacional de Búsqueda y la equiparación del delito de desaparición con el de secuestro. Sin embargo, algunas de las iniciativas mencionadas, como la eliminación del plazo de 72 horas para denunciar una desaparición, ya estaban contempladas en la ley.
El rancho de Teuchitlán se suma a una lista cada vez más larga de sitios de exterminio en México. En Tamaulipas, la fosa de La Bartolina ha acumulado más de media tonelada de huesos desde 2021, y en Veracruz, en Colinas de Santa Fe, se han exhumado restos de más de 300 personas. Solo en la zona metropolitana de Guadalajara, se han identificado al menos 28 sitios de exterminio, de acuerdo con el medio Zona Docs.
Las cifras oficiales registran más de 124,000 desaparecidos en México, pero el hallazgo en Teuchitlán ha puesto rostro y evidencia tangible a la crisis. Un país entero escarba entre las prendas, buscando respuestas que han sido negadas durante demasiado tiempo. (Mas/IA).