La economía mexicana registró una caída del 0.3 por ciento en agosto, medida a través del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), marcando su primer retroceso desde abril, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La contracción fue impulsada principalmente por el mal desempeño en los sectores primario y secundario, lo que aumenta las señales de un enfriamiento económico.
El retroceso mensual del IGAE, basado en cifras desestacionalizadas, sigue a una contracción del 0.7 por ciento en abril pasado. Dentro de los componentes del indicador, las actividades agropecuarias, o primarias, sufrieron una caída significativa del 9.1 por ciento, la más fuerte desde enero de este año.
Por su parte, las actividades industriales, o secundarias, cedieron 0.5 por ciento, en lo que representa su primer descenso desde abril. En este sector, la construcción destacó con una contracción del 3.7 por ciento, el mayor retroceso desde septiembre de 2023.
En contraste, el sector terciario o de servicios mostró un avance de 0.3 por ciento, brindando un leve respiro en medio de la caída de los otros sectores.
A tasa anual, el IGAE creció un 1 por ciento, aunque este fue el aumento más moderado desde abril. Dentro de los sectores, las actividades primarias se contrajeron 2.1 por ciento, las secundarias cayeron 0.3 por ciento, mientras que las terciarias aumentaron 2.2 por ciento.
El grupo financiero Monex advirtió que la actividad económica regresó a terreno negativo, incrementando las señales de enfriamiento, particularmente en el sector industrial manufacturero. La firma señaló que será necesario monitorear más elementos para determinar si la economía está enfrentando una desaceleración más pronunciada, de cara a la publicación de los datos preliminares del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre, que el Inegi presentará el 30 de octubre.
Por su parte, el grupo financiero Valmex señaló en un reporte que la actividad económica podría mostrar menos dinamismo en los últimos meses del año debido al cambio de administración federal y los efectos rezagados de una política monetaria restrictiva. También prevé que en 2025, la expectativa de consolidación fiscal podría limitar aún más el crecimiento.
El análisis de Citibanamex apuntó que el crecimiento acumulado del IGAE en los primeros ocho meses de 2024 fue de 1.9 por ciento, considerablemente inferior al 3.4 por ciento registrado en el mismo periodo de 2023, lo que subraya el debilitamiento de la actividad económica desde finales del año pasado. Sin embargo, la institución financiera revisó ligeramente al alza su expectativa para el crecimiento total de 2024, situándola en 1.4 por ciento, frente al 1.3 por ciento proyectado anteriormente, debido a una recuperación moderada en manufacturas y cierta resiliencia en la construcción.
A pesar de esta ligera mejoría en la proyección para el tercer trimestre, Citibanamex prevé un estancamiento en el cuarto trimestre. Factores como la desaceleración de la economía estadounidense, la contracción del gasto público, una relajación en las condiciones del mercado laboral, las altas tasas de interés y la incertidumbre política, podrían afectar negativamente las decisiones de inversión y limitar el crecimiento económico.
El IGAE, que permite monitorear la evolución del sector real de la economía en el corto plazo, también mostró signos de contracción en septiembre, con una caída estimada del 0.1 por ciento respecto al mes previo, de acuerdo con cifras preliminares del Inegi. A tasa anual, se estima que el indicador habría registrado un avance de apenas 0.5 por ciento.
Este panorama confirma la desaceleración de la economía mexicana, que en 2023 creció 3.2 por ciento, pero enfrenta un 2024 marcado por un menor dinamismo.
(Más / IA).
