De acuerdo con el Ejército de Israel el jefe del grupo Hezbolá, Hassan Nasrallah, murió durante el bombardeo que realizó la tarde y noche del viernes contra la sede central del movimiento en el sur de Beirut, capital del Líbano.
«Hassan Nasrallah ya no podrá aterrorizar al mundo», publicaron este sábado en su cuenta de X las Fuerzas de Defensa de Israel luego de una serie de especulaciones respecto al estado de salud de este personaje luego de que no diera señales de vida.
En un comunicado más detallado, el Ejército israelí confirmó la muerte de Nasrallah junto a otros comandantes de Hezbolá, entre ellos, Ali Karki, comandante del Frente Sur del grupo, que se encontraban en el cuartel general subterráneo de la organización, en los suburbios de Beirut conocidos como el Dahye, cuando fue bombardeado.
«El mensaje es simple: cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel, sabremos cómo llegar a ellos: en el norte, en el sur y en lugares más lejanos», dijo por su parte el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, después de confirmarse la muerte de Nasrallah, y agregó que el ataque fue planeado durante mucho tiempo y «llegó en el momento adecuado».
Intensos bombardeos
El pánico entre los habitantes de Bierut llegó la tarde del viernes cuando Israel efectuó unos bombardeos de intensidad sin precedentes en contra de esa ciudad, los cuales provocaron el derrumbe de varios edificios y la muerte hasta el momento de seis personas, en un ataque cuyo objetivo era el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
No obstante, horas después el Ejército israelí realizó otros bombardeos contra los suburbios meridionales controlados por el grupo armado, asegurando que iban dirigidos contra presuntos almacenes de armamento que se hallaban bajo inmuebles residenciales, algo que Hezbolá ha negado.
Ante esta situación, familias enteras salieron corriendo de sus casas, sin saber si podrán volver después de que el Ejército israelí diera órdenes de evacuación en varios puntos del Dahye. (N+).