A medida que se acerca el fin de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), México enfrenta una crisis de violencia significativa. Más de la mitad de los estados del país están atrapados en la violencia generada por disputas entre poderosos grupos criminales, entre los que destacan el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Golfo. La información fue publicada por la agencia Infobae.
Según un reciente artículo de Michael Stott y Christine Murray en el Financial Times, durante el mandato de AMLO, las organizaciones delictivas han expandido tanto su presencia como sus operaciones. En 2021, las disputas territoriales entre estos cárteles ya afectaban a 17 de las 32 entidades federativas de México. Un militar estadounidense afirmó que una tercera parte del país estaba bajo el control del narcotráfico, una afirmación respaldada por Glen VanHerck, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, quien indicó que entre el 30% y el 35% de México estaba sin gobierno debido a la influencia de las organizaciones criminales transnacionales.
Estas organizaciones no solo son la mayor amenaza del narcotráfico para Estados Unidos, sino que también controlan la mayor parte del mercado de drogas estadounidense. Han establecido diversas rutas de transporte, tienen capacidades de comunicación avanzadas y mantienen fuertes vínculos con grupos criminales y pandillas en Estados Unidos, según un informe de la DEA del mismo año.
Ante estas acusaciones, López Obrador negó rotundamente las afirmaciones del militar estadounidense. Sin embargo, con el tiempo se han evidenciado numerosos casos donde las autoridades han dejado a la población en una situación de abandono. Un ejemplo notable ocurrió en enero de 2024, cuando un grupo de mujeres wixaritari denunció abusos cometidos por un jefe de plaza del CJNG en el norte de Jalisco. Debido a la corrupción en las policías municipales, las mujeres no acudieron a las instituciones, sino directamente a Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, líder del CJNG, pidiendo su intervención.
El periodista Ioan Grillo ha establecido varios factores para evaluar si una comunidad está bajo control del crimen organizado, incluyendo la presencia de comandos armados, retenes, toques de queda, amenazas y violencia contra periodistas, sistemas de extorsión y la movilización de votantes en favor de ciertos candidatos. La imposición o asesinatos de presidentes municipales también son indicativos del control criminal.
Durante el mandato de AMLO, las organizaciones criminales han demostrado una expansión significativa en México. La violencia y el control criminal se han intensificado, afectando gravemente la percepción de seguridad en el país. La cooperación entre autoridades mexicanas y estadounidenses ha sido crucial para enfrentar estos desafíos, aunque la corrupción dentro de las fuerzas policiales sigue siendo un obstáculo significativo.
Los grupos criminales han sofisticado sus operaciones y estrategias, y la situación de seguridad en México sigue siendo una preocupación importante tanto a nivel nacional como internacional. La administración de AMLO ha enfrentado críticas tanto internas como externas por su manejo de la violencia y el crimen organizado en el país. (MAS/IA).