En conferencia de prensa, Lorena Beaurregard, candidata a Gobernadora de “Fuerza y Corazón por Tabasco” abordó el tema de la grave crisis de inseguridad que aumenta día a día en Tabasco, pues tan solo en los primeros tres meses del 2024, se han reportado casi el 60% de todos los asesinatos violentos y masacres cometidas en 2023.
El año pasado el registro oficial llegó a 234 ejecuciones cometidas en los 17 municipios mientras que del 1 de enero al 31 de marzo la cifra de asesinatos llegó a 137.
La candidata del PAN y del PRI a gobernadora de Tabasco lamentó que el gobierno de Morena, como ya no lo puede negar, trata de minimizar y subestima este grave problema,
tratándolo como una “nueva normalidad” en el país, algo a lo que en la lógica oficialista
deberíamos acostumbrarnos inevitablemente.
Expresó que las irresponsables autoridades, en vez de actuar, “se lavan las manos mientras
el crimen organizado y también la delincuencia común actúan a sus anchas”.
Reprochó la indolencia de las autoridades ante el riesgo mortal que enfrentan a diario las familias, por el riesgo de balas perdidas en las ejecuciones y enfrentamientos que se cometen a diario.
Acompañada de los candidatos a diputaciones locales por el distrito 8, Dulce María Gallegos Solís; distrito 11, Héctor Victoria Valenzuela Martínez; y del distrito 9, Juan Carlos
Aguilar Ramos, señaló que “los primeros grandes avisos de que algo de iba a romper en la tranquilidad pactada ilegalmente con grupos criminales, se comenzaron a dar en los meses de septiembre y octubre del año pasado, cuando se generalizó el cobro de derecho de
piso”, y recordó que en aquellas fechas ella fue una de los pocos que alzaron la voz y exigieron que se diera atención primordial a la seguridad de las familias.
Lorena Beaurregard lamentó que la situación no ha cambiado, ni con la llegada de 2,500 efectivos de la Guardia Nacional, de la Marina y del Ejército.
Apuntó que el problema “tiene que ver con el diagnóstico erróneo”, pues el gobierno federal y el gobierno estatal insisten en que lo que ocurre aquí son pleitos o enfrentamientos entre “bandas locales”, cuando es claro, dijo, que vivimos una guerra descarnada por la pelea del territorio por parte de las grandes bandas del crimen organizado.
Por eso el Estado debe intervenir y no solo enviar
comunicados, como lo ha hecho el gobierno de Carlos Manuel
Merino, aseveró.
