Más de 300 campesinos en su mayoría de la comunidad de Iturbide, Hopelchén acudieron a Palacio de Gobierno a denunciar la falta de apoyo de Layda Sansores.
Y es que se dijeron preocupados por las 50 mil toneladas de maíz que tienen en los silos y que no han podido comercializar, más las 30 mil que tienen en el campo.
El principal temor es perder todo la cosecha que es de excelente calidad y que ninguna autoridad de los gobiernos, federal, estatal y municipal los ha querido ayudar pese a que en la pasada campaña electoral les fueron a pedir el voto.
Informaron que las pérdidas podrían ser millonarias para las más de 8 mil familias que dependen de esta actividad debido a que el gobierno de López Obrador ha comprado maíz de otros países.
Los inconformes anunciaron que permanecerán en plantón permanente hasta que la gobernadora Layda Sansores los atienda y les de una respuesta favorable.