En el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 7 de diciembre de 2023, México ha sido testigo del asesinato de al menos 403 policías, con un promedio de uno por día, según datos recopilados por Causa en Común. Es importante destacar que esta cifra ya iguala la totalidad de los asesinatos registrados en todo el 2022, cuando se reportaron 403 homicidios de elementos de seguridad.
La información fue publicada por la agencia Animal Político. Los estados más afectados, donde los ataques directos, ejecuciones y emboscadas a policías son más frecuentes, son Guanajuato con 59 casos, Guerrero con 39, Zacatecas con 31, Michoacán con 28, y Jalisco y Veracruz con 23 cada uno.
Guanajuato, Michoacán y Jalisco, junto con Chihuahua, Baja California y Estado de México, son las seis entidades que concentran el 47.2% del total de asesinatos en el país, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en diciembre de 2018, hasta el 7 de diciembre de 2023, se han registrado al menos 2,214 policías asesinados en todo México. Las cifras anuales muestran fluctuaciones, siendo 2019 el año más letal con 446 homicidios, seguido de un aumento drástico en 2020 con 524 asesinatos. En 2021, la cifra bajó a 401, pero en 2022 volvió a subir a 403.
El investigador David Blanc Murguía destaca que los cuerpos policiales en México enfrentan condiciones laborales abusivas, falta de presupuesto suficiente, equipo inadecuado, bajos salarios promedio y un alto riesgo diario.
A pesar del despliegue de la Guardia Nacional en junio de 2019, con más de 100,000 personas asesinadas en el país hasta mediados de 2022, la violencia contra policías no se redujo. La conformación de la GN, mayoritariamente compuesta por militares, no ha frenado la crisis de seguridad.
Durante 2023, los ataques a corporaciones policiacas se mantuvieron como una constante, destacando casos de extrema violencia. La falta de seguridad se evidencia en eventos como el ataque a la comandancia de Villa de Reyes, San Luis Potosí, el 16 de mayo, donde dos agentes perdieron la vida.
La situación se agrava con secuestros, como el de los hermanos policías de Cajeme, Sonora, el 30 de junio, cuyos cuerpos fueron encontrados el 9 de julio. Además, eventos como la emboscada en la que 13 policías de Coyuca de Benítez, Guerrero, perdieron la vida, reflejan la urgente necesidad de abordar la crisis de seguridad en México. (Redacción Más / IA).
