El nocaut de nueva cuenta se le negó a Saúl ‘Canelo’ Álvarez, no así el triunfo. El mexicano defendió con éxito los cuatro títulos supermedianos ante Jermell Charlo, que con abrazos logró aguantar los doce rounds.
Las tarjetas de los jueces indicaron 118-109, 118-109 y 119-108 a favor del tapatío que extiende su reinado como campeón indiscutido de las 168 libras y los cinturones del Consejo Mundial (CMB), Asociación Mundial (AMB), Organización Mundial (OMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB) se quedan por tercera ocasión en la cintura del jalisciense.
El regreso a Las Vegas de Saúl no fue como se esperaba, el mexicano advirtió a Jermell que sentiría su poder y en eso cumplió, específicamente en el séptimo round cuando un derechazo del mexicano hizo doblar a Iron Man.
Izquierda, derecha, las cuerdas y las esquinas fueron los mejores aliados del mexicano, durante los doce episodios porque ahí fue donde pudo soltar sus mejores combinaciones, pero Jermell se mantuvo firme utilizando sus largos brazos para enredar a Canelo, abrazarlo y desesperarlo.
A tal grado que Saúl bajó la guardia y ahí Jermell también soltó golpes que tambalearon a Canelo y por consecuencia Eddy Reynoso lo regañó en su esquina, le pidió concentración.
Pasaban los rounds y la gente en la T-Mobile Arena también se desesperó, por más que gritaban «Canelo, Canelo» no llegó el golpe letal.
Las dudas comenzarán porque el nocaut no apareció como prometió el Canelo, aunque él manifestó alegría en el ring, dejó ver en su rostro tras el campanazo final que quedó a deber con él mismo y con la afición porque sus rivales empiezan a detectar como aguantarlo toda la pelea. (El Universal).