Los primeros indicios del derrame tienen como fecha el 4 de julio, tres días antes del incendio en una plataforma compresora de gas. Hasta el 12 de julio pasado, el derrame tenía ya una extensión de 400 metros cuadrados, según la información difundida por las organizaciones.
El vertido de crudo podría haber alcanzado hasta ayer 1,000 metros cúbicos, según un comunicado firmado por una decena de organizaciones, que especifica que no se trata de un cálculo preciso y que se requiere de mayor investigación. “Es difícil estimar este dato en un análisis veloz”, se lee en una presentación que contiene las imágenes de derrame.
Hasta ahora, Pemex no ha comunicado ningún derrame de crudo en las últimas semanas y no se ha posicionado frente a la revelación de las organizaciones. En el discurso, la compañía ha aumentado su preocupación por el cuidado del medio ambiente y la seguridad de sus empleados, pero hasta ahora ha omitido acciones con resultados tangibles al respecto.
La calificadora Fitch rebajó su nota crediticia el viernes pasado situando como uno de los principales motivos el aumento en los accidentes en las instalaciones de la petrolera y una baja en la inversión de mantenimiento en sus activos. (CNN).