Se nubla el camino de la obra energética insignia de la 4T. Retrasos y errores de ejecución de obra hacen imposible que la refinería Olmeca inicie sus operaciones en julio de este año —como ha prometido el presidente Andrés Manuel López Obrador—, a la par de que su costo ya ronda los 17,000 millones de dólares, más del doble que lo previsto originalmente, según el reporte al primer trimestre del 2023 de la Auditoría interna que Petróleos Mexicanos (Pemex) realiza al proyecto.
No se ha terminado la construcción de la planta de Cogeneración, ni tampoco ha concluido la de las plantas Combinada y Coquizadora. “Se verificó la tendencia de los trabajos ejecutados para un arranque temprano, determinando que no es factible el arranque propuesto para julio del 2023 en el Caso de Negocio”, refiere el Informe Trimestral de la Auditoría Interna de Pemex sobre el seguimiento al Proyecto de la Refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, correspondiente al período enero-marzo del 2023, documento al que El Economista tuvo acceso.
Los retrasos en tiempos y los incrementos en costos dejan claro que se han materializado algunos de los riesgos que advertía la Auditoría Interna de Pemex, que se encarga de dar seguimiento al proyecto. En particular, se hizo realidad el quinto de una lista de riesgos enunciados en el informe: “que no se garantice la viabilidad del negocio, el nivel de definición técnico requerido y los valores de rentabilidad planeados”.
Costo actualizado
En el documento de auditoría también se da cuenta del último monto de inversión actualizado para la obra por el Consejo de Administración de Pemex (CAPEMEX) el 10 de agosto del 2022 (un mes después de la inauguración de su primera fase constructiva), el cual asciende a 15,963 millones de dólares (IVA incluido), equivalentes en ese momento a 323,712 millones de pesos.
Sin embargo, más adelante en el mismo documento se indica que al 31 de marzo del 2023 se han contratado para la obra bienes y servicios por un total de 16,890 millones de dólares, es decir 927 millones de dólares adicionales al monto de inversión autorizado por el CAPEMEX.
Al 31 de marzo del 2023, refiere, el gobierno federal “tiene pendiente de aportar el 13.93% de los 15,963 millones de dólares autorizados por el CAPEMEX como inversión del Proyecto Refinería Olmeca”. Para esa misma fecha se determinaron 216 contratos, 162 órdenes de servicio y 36 cesiones de órdenes de compra por la cantidad de 305,795.2 millones de pesos (lo que equivale a 16,890 millones de dólares que corresponde al monto contratado, los cuales incluyen contratos, convenios modificatorios, órdenes de servicio, de trabajo o bien de suministro)”, se reporta.
Promesas se esfuman
Los montos consignados por la auditoría exceden significativamente el monto originalmente previsto del proyecto y sus posteriores correcciones al alza. En el 2019, el gobierno mexicano valuó la obra en 8,000 millones de dólares (monto que fue la promesa de campaña del presidente López Obrador). Posteriormente, en octubre del 2020, durante una comparecencia en la Cámara de Diputados, Octavio Romero, director de Pemex afirmó que el costo sería de unos 8,900 millones de dólares.
En abril del 2022, Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía —dependencia que asumió la gerencia de la obra luego de que ninguna empresa privada aceptara el trabajo tras argumentar que no era factible concluirla en el plazo planteado por el gobierno de López Obrador—, dijo que el costo había subido a 9,800 millones de dólares, debido a “ampliaciones en el proyecto”.
Apenas dos meses más tarde, a finales de junio del 2022 (a pocos días de la ceremonia de inauguración de la obra), y en medio de filtraciones a la prensa de que apuntaban a que el costo se había disparado a 16,000-18,000 millones de dólares, el presidente López Obrador admitió que sí habría un aumento, pero no de esa magnitud.
“Sí hubo un aumento, pero no (costará) 18,000 millones (…) (el aumento es) como un 20, 30%, o sea va a salir como 11 o 12,000 millones incluyendo IVA, o sea, se ajusta a lo que autorizó el Consejo de Pemex, y esto lo revisa Hacienda y lo revisa también la Función Pública, y está en el rango”, dijo en su conferencia matutina del 24 de junio del 2022.
Sobre la gestión financiera del proyecto, el reporte de la auditoría de Pemex indica que “se está dando puntual seguimiento a la materialización de posibles riesgos” y especifica, justamente, que los riesgos en caso de rebasar el monto autorizado de inversión (refiriéndose al monto autorizado en agosto del 2022) son el “incremento del costo del proyecto” y la “afectación del VPN y la TIR”.
Cabe recordar que el VPN (sigla del término Valor Presente Neto) y la TIR (sigla del término Tasa Interna de Retorno), permiten conocer la rentabilidad de un proyecto que genera flujos financieros en el tiempo. Un VPN positivo refleja que la suma del valor de los flujos financieros futuros del proyecto, descontados con la tasa de interés, es mayor que la inversión que se realizará, lo que indica que el proyecto es rentable.
Esto es, el aumento en el costo de inversión inicial sin que aumente el valor presente de los flujos futuros deteriora la rentabilidad del proyecto.
Obra se complica, tiene deficiencias
En el documento, presentado al Consejo de Administración de Pemex este mes de mayo, se refieren deficiencias en la ejecución de las obras e incluso daños al mobiliario durante su puesta en operación.
“De la Matriz de Riesgos actualizada al cuarto trimestre del 2022, se identificaron dos riesgos relacionados con errores durante la ejecución de trabajos o inconsistencias entre la ingeniería básica y la de detalle; y daño al equipo durante la puesta en marcha; con acciones de mitigación superadas, por lo que, se sugiere actualizar las medidas que garanticen la cobertura total de la administración de los riesgos, y contar con evidencia que demuestre la efectividad de las acciones de mitigación”, se señala.
La auditoría de Pemex identifica problemas en plantas esenciales del complejo refinador que se construye en Dos Bocas, Tabasco. “No hay adelantos de las actividades de las rutas críticas de las plantas Combinada, Coquización Retardada, Catalítica, Cogeneración e Integración”, se enuncia en el documento, firmado por Alejandro Javier Archard Carretero, titular de la Unidad de Evaluación e Informes de Pemex (en su calidad de integrador) y por Juan Torres Gurrola, titular de la Auditoría Interna de Petróleos Mexicanos (quien autorizó).
Además, se especifica que “se identificaron actividades de instrumentación y control en las Plantas Combinada y Coquización Retardada que se están convirtiendo en críticas: calibración, montaje y conexión de válvulas de seguridad, transmisiones, elementos de presión y de temperatura”. Y se recordó que “conforme al Programa del Proyecto Integral, la etapa constructiva de las plantas Críticas Combinada y Coquización Retardada debió terminar en diciembre del 2022, pero aún no concluye esta etapa”.
Además, dijo que “se previó el inicio de suministro de energía eléctrica y vapor desde la Casa de Fuerza en marzo del 2022 (sin embargo), aún no se concluye la Planta de Cogeneración”.
Cabe recordar que en la Planta Combinada se efectúa el primer paso de la refinación de crudo, que es la destilación atmosférica, de donde se obtienen los primeros combustibles presentes de forma natural en el crudo y cortes de hidrocarburos que luego se procesarán en otras unidades.
En la Planta de Coquización Retardada se realiza el siguiente paso, el craqueo térmico, en el que se rompe y modifica la estructura molecular de los cortes de hidrocarburos de la destilación atmosférica para transformarlos en productos ligeros de mayor valor comercial y en coque, una materia carbonosa sólida.
El 1 de julio del 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró una primera fase de la Refinería Olmeca. Días después, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, afirmó que en diciembre del 2022 iniciarían las pruebas de planta, lo que no ocurrió.
Posteriormente, el 23 de diciembre del 2022, al supervisar los avances de la obra, López Obrador afirmó que la refinería iniciaría la etapa de pruebas el 1 de julio del 2023, con la producción de 170,000 barriles diarios de combustibles, monto que se duplicaría a partir del 15 de septiembre de este año. (El Economista).