Testigo fiel
Por: Jesús Torres
El peor escenario para AMLO en el 24
¿Usted se imagina que pasaría si en el 2024 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) invalidara el triunfo de Morena en las elecciones para presidente de la república?
De entrada sería histórico, aunque es un escenario que nunca se ha dado en el país, pero que tampoco habría que descartar.
El desaseo que se ha venido dando desde que AMLO adelantó la sucesión presidencial y el activismo de promoción político-electoral de sus ‘corcholatas’, violando flagrantemente toda norma electoral, se encuentra debidamente documentada por la oposición.
Aunque el peor de los casos para el de Macuspana, sería que su ‘corcholata’ favorita perdiera los comicios ante la alianza del bloque opositor. Estaríamos hablando de su acabose.
Por eso los ataques, primero al INE, el TEPJF y ahora contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a quien, no lo duden, acusará de estar fraguando un golpe de Estado.
El discurso mañanero desde el púlpito de Palacio Nacional, un día sí y el otro también, es de total descrédito a estos órganos autónomos del país para que las hordas de López Obrador lo repitan hasta el cansancio.
¿Se acuerdan cuando los diputados de oposición votaron contra las reformas a la ley eléctrica y electoral del tabasqueño y que fueron acusados de traidores a la patria?
Algo similar ocurre ahora con los ministros de la Corte que invalidaron el Plan B electoral de AMLO, a quienes senadores pretenden llevar a juicio político y que sean electos por el pueblo como lo propuso el de Macuspana.
Lo cierto es que detrás de este linchamiento, incluida la protesta en las afueras de la SCJN, se observa una clara intensión de ‘tiznar’ a uno de los tres poderes de la Unión a fin de abladarlo para que no se interponga en sus reformas ilegales.
¿Si el bloque opositor, contra todos los pronósticos, ganara la elección del 2 de junio de 2024, ya se imaginó usted lector, a López Obrador y Morena tomando otra vez las calles de Reforma de la Ciudad de México, alegando fraude electoral? No lo dude.
Por eso el tabasqueño ha sembrado entre sus seguidores la idea de que el INE está podrido, lo mismo que el Tribunal Electoral y la SCJN, incluidos los partidos de oposición a fin desacreditar todas sus resoluciones.
Para él, sólo el gobierno, su familia y Morena son los honestos, los incólumes de este régimen de la llamada cuarta transformación, lo que es totalmente falso.
El sólo hecho de pretender desaparecer el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), lleva la intención de tapar toda la corrupción que prevalece en el gobierno y el desvío de recursos a las campañas electorales de Morena.
El inquilino de Palacio Nacional lo sabe, y su apuesta de salirse con la suya abonando a un clima de crispación y de violación a la ley, podría augurar un rotundo fracaso en la antesala de la agonia de su mandato. Al tiempo.
