El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresó preocupación por la escalada de la violencia armada en México que ocasionó más de 30 mil asesinatos durante el 2022 y exhortó a que se tomen decisiones que permitan atacar las causas estructurales de la violencia.
Así lo manifestó el jefe de operaciones de la CICR en México, Miguel Ramírez González, en el balance humanitario 2022-2023 de la organización que se difundió este jueves 13 de abril.
Ramírez González reconoció que la violencia armada en el país latinoamericano se ha convertido en un “problema complejo, acumulado y profundo” que ha llevado a que en diversas partes de México las consecuencias humanitarias se asemejen a las que padecen “zonas de conflicto armado”.
El jefe de operaciones de la CICR en México indicó que la violencia armada ha desencadenado consecuencias no visibles como dolencias psicológicas, limitaciones para acceder a servicios de salud y educación, restricciones de movilidad y ha hipotecado la vida de miles de mexicanos a través de las desapariciones, que ya superan las 112 mil personas.
Ramírez González afirmó que los mexicanos llevan décadas padeciendo los efectos de la violencia, pero ahora se ha agravado. Como muestra, citó la cifra de 30 mil 968 homicidios que se reportaron el año pasado. En el 2021 se registraron 35 mil 625 asesinatos, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Asimismo, llamó la atención sobre los desplazamientos internos que generó la violencia, que alcanzaron los 379 mil en el 2021, superando ampliamente los 262 mil 411 reportados en el 2020 por el mismo instituto de estadística.
Ante la compleja situación, Ramírez González planteó que se deben redoblar esfuerzos en la toma de decisiones para atacar las causas estructurales de la violencia en México.
“Nos preocupa la falta de esperanza, estamos tratando con dificultades derivadas de la presencia de violencia armada en la región por años. Son vidas hipotecadas, sobre la posibilidad de desarrollo de comunidades”, dijo el jefe de la delegación para México y América Central, Olivier Dubois, durante la presentación este jueves del “Balance Humanitario 2022-2023″.
“Hay una barrera que es importante y real, que es que muchos de los problemas, si hablamos de migración, si hablamos de desapariciones, necesitan respuestas fundamentadas en la cooperación y colaboración entre diferentes países o entre diferentes organismos, entidades y niveles de poderes”, expresó Dubois.
DESAPARICIONES
Otra de las consecuencias más relevantes es el fenómeno de las personas desaparecidas en la región: personas que desaparecieron en conflictos armados del pasado siguen sin ser halladas, migrantes desaparecen y fallecen en la ruta, y personas desaparecen a causa de la violencia.
“El tema de los familiares de personas desaparecidas es un fenómeno bastante preocupante. La desaparición forzada y otros tipos de desapariciones matan en vida a los familiares, porque se quedan en una situación de búsqueda permanente, con la dificultad de reconstruir su vida, la dificultad de ver un futuro”, consideró el representante del CICR.
Ante esto, la delegación del CICR para la región da apoyo técnico y trata de conocer las necesidades de las familias.
Como la migración y las personas desaparecidas, hay otras consecuencias de la violencia persistente en la región, como la falta de acceso a servicios básicos, la sobrepoblación de personas privadas de su libertad.
( Infobae)
