Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Marcha de derroche y del ego
Tal como se dijo en este espacio, lo ocurrido ayer en la Ciudad de México fue una respuesta a los cientos de miles de ciudadanos que libremente salieron a defender el INE y la democracia el pasado 13 de noviembre.
No importó el derroche de recursos públicos que sin descaro alguno se implementó desde el oficialismo para el acarreo de gentes a quienes se pagó hospedaje y alimentos así como módicas sumas de dinero.
Aún y con la movilización que echó a andar todo el aparato de Estado, los morenistas se quedaron con las ganas de apabullar a quienes marcharon a favor de los organismos electorales desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución y de manera simultáne en todos los estados de la república mexicana.
Ese día quedó registrado como un hecho histórico que López Obrador jamás podrá borrar para la posteridad. No la suya, sino la de auténticos ciudadanos que no fueron presionados a cambio de dádivas.
La del inquilino de Palacio Nacional, como quedó demostrado, fue para alimentar su ego, para no verse disminuido como cabeza de un régimen que languidece.
Un gobierno que en cuatro años ha dejado un México ensangrentado por la violencia, reprobado en materia de seguridad pública, salud, educación, combate a la pobreza, desarrollo económico, social y agroalimentario.
Y lo que es peor, un país dividido, polarizado desde atril de las mañaneras un día sí y el otro también.
¿Había realmente algo que celebrar en cuatro años de la mal llamada cuarta transformación?
¿Para eso se tiró tanto dinero a la basura?
La de ayer domingo, y lo sabe el originario de Macuspana, también tenía el propósito de echar a andar la maquinaria electoral rumbo al proceso de 2024.
Y de paso servir de escaparate para sus tres ‘corcholatas’ favoritas, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán López en la adelanta campaña a la presidencia de la república.
Ya en la plancha del zócalo, cuál pastor de ovejas, López Obrador alimentó su ego cuando escuchó voces de quienes le pedían seguir al frente del rebaño de manera transexenal, pero que viola la máxima del sufragio efectivo, no reelección, consagrado en la Carta Magna.
¿Además del acarreo y la marcha, habrá algo más que se pueda presumir de este gobierno? No lo creo.