Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Sheinbaum domina a Adán
Aún y con impugnaciones de por medio en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) Morena celebró su Congreso Nacional en el que ratificó por un periodo más a la dirigencia y nombró a Alfonso Durazo presidente del consejo del partido.
El acto político, carente de legalidad, -según acusó el académico morenista John Ackerman-, sirvió de pasarela y de medición de fuerzas de dos ‘corcholatas’ presentes: Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández.
En un video que circuló ampliamente por todas las redes sociales, se observó cómo el llamado aplausómetro se lo llevó de calle la jefa de gobierno de la Ciudad de México a quien gritaban: ¡Presidenta!
En ese momento el secretario de gobernación se acercó al dirigente, Mario Delgado a quien hizo un comentario al oído e inmediatamente se pusieron de pie para sumarse a los aplausos.
¿Se habrá dado cuenta Adán López en este ensayo, que no es el favorito de los morenistas, además de no favorecerle las encuestas?
Entre los asistentes al Congreso Nacional también se vio a un José Ramiro López Obrador, hermano de AMLO levantando una cartulina que decía: ‘En Tabasco es Claudia’ en claro apoyo a Sheinbaum y no a su paisano, el notario público.
Otro grupo de tabasqueños, en su mayoría diputados locales ex priistas y funcionarios del gobierno estatal acudieron en respaldo al titular de la Segob, pero fueron opacados por la mayoría de simpatizantes de la jefa de gobierno.
En la pasarela no estuvieron presentes el canciller Marcelo Ebrard por encontrarse en los funerales de la Reina Isabel II en representación del gobierno de México y el senador de Morena, Ricardo Monreal, el aspirante incómodo de Palacio Nacional.
La modificación que hicieron a los estatutos de Morena permitió que el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo asumiera la presidencia del Consejo Nacional, de quien se dice es de los más cercanos a Sheinbaum.
Pero además, ese órgano interno del partido guinda podrá participar en la elección de candidatos, esto es, tendrá injerencia en el proceso electoral de 2024.
Si el método para elegir al presidenciable del partido oficial será la encuesta, la empresa que se hará cargo de medir a los aspirantes forzosamente pasará por el filtro de los consejeros nacionales, con la venia, como es de suponerse, del inquilino de Palacio Nacional.
Las fichas en el tablero de Morena empiezan a acomodarse.
