Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Visita en medio de reclamos
Las protestas de trabajadores de la salud y familias que exigen justicia marcaron el encuentro que sostuvo en Tabasco, Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores del país.
Desde muy temprano sindicalizados del Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET) tomaron las calles y se sacaron sangre de las venas para protestar por el descuento que el gobierno, vía ISR aplicó a sus prestaciones de fin de año.
Eso y con todo el riesgo que les representó hacer frente al Covid en los momentos más álgidos de la pandemia en el estado.
Enfermeras que atienden pacientes en los hospitales no daban crédito cuando de sus aguinaldos les tumbaron 19 mil pesos y a médicos hasta 40 mil, sólo de impuestos.
Después de marchar por varias avenidas de la capital tabasqueña, de enfrentarse a la policía estatal y denunciar intimidaciones, los trabajadores del ISSET se manifestaron en la casa de la Laguna, sede de una reunión previa entre los gobernadores y López Obrador.
Mientra los inconformes exigían una solución a sus demandas y la renuncia del director del ISSET, Fernando Mayans Canabal, el originario de Macuspana ofrecía ceviche y tacos de jaiba a sus invitados de toda la república.
Muy cerca del Centro de Convenciones, después de acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE), familias exigían justicia para Héctor, Gonzalo y Juan Luis, acusados de secuestro y presos desde 2015 con penas de hasta 50 años.
Los tres tabasqueños son protagonistas del documental ‘Duda Razonable’ que se transmite en Netflix, una miniserie que ventila las pifias en el sistema de justicia penal de este país.
En medio de estas protestas, el inquilino de Palacio Nacional celebró en la capital tabasqueña la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
La sede del evento se encontraba totalmente blindada para impedir manifestaciones así como la presencia de antimotines en los principales accesos.
Este viernes el originario de Macuspana ofrecerá su mañanera desde Villahermosa y posteriormente abandonará el estado.
Seguramente hará como que no vio ni escuchó a sus paisanos que protestaron por el recorte a sus salarios o quienes vienen pidiendo justicia desde hace seis años en su tierra y agua. Una realidad, que como cada día, se niega a reconocer.