El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño llamó a permitir que la Reforma Educativa avance –pues aún está en etapa de implementación- para valorarla y pensar en un eventual cambio legislativo, porque “no nos podemos rendir como país ante un proyecto tan importante”.
Pidió hacer el máximo esfuerzo como nación para que tenga éxito y se libren las barreras y resistencias que existen en su aplicación.
“Lo que sería imperdonable es que por enfrentar algunas dificultades, por vivir en la coyuntura y no ver el proceso estructural que esto representa, no tengamos la capacidad, entre todos, de concluir y de poner en marcha un proceso tan profundo e importante”.
Al hablar en la Antigua Casona de Xicoténcatl, donde el Senado lleva a cabo el Foro «A tres años de la Reforma en materia educativa», organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, dijo que es importante que en este momento se escuchen todas las voces y ángulos, quienes están a favor y en contra.
Eso es parte del proceso que tenemos que construir; si lo logramos hacer, estoy convencido que en las próximas décadas nos vamos a sentir orgullosos como generación de lo que logramos como país y, si no, también estoy seguro que nos vamos a arrepentir.
Nuño Mayer pidió que recordemos dónde estábamos en 2012 y la necesidad que teníamos de hacer un cambio profundo en el sistema educativo.
“Que no se nos olvide que con el antiguo sistema no teníamos la capacidad de ofrecer a los niños y jóvenes de México una educación de calidad; era un sistema lleno de vicios”.
Y es que, explicó, el modelo existente era altamente corporativo y clientelar; carecía de reglas claras para el ingreso, promoción o permanencia, y estaba plagado de vicios como la venta y herencia de plazas, además de que oprimía a los maestros por su opacidad y falta de transparencia.
Expuso que la reforma que se hizo es buena, pues atiende y da los instrumentos y las herramientas legislativas a las autoridades educativas para atacar los problemas que tenía nuestro sistema educativo y transformarlo.
Estamos en pleno proceso de implementación. Esto es largo y lento. Tenemos que ser pacientes como país. Esta es la realidad, no sólo por el tamaño y la complejidad, así como el nivel de reto sobre el que venimos, sino porque los cambios educativos son procesos de largo plazo, no inmediatos, dejó claro el titular de la SEP.
“Hay que tener la madurez como República, como país, de dejar que este proceso concluya, para hacer la valoración de los cambios que requiera a nivel legislativo”.
Enfrenta muchas resistencias, apuntó, porque se está haciendo un cambio radical de un tipo de modelo a otro. Se lleva a tiempo, sin lugar a dudas, como ocurrió en todos los países en donde se han llevado a cabo. “Para que llegue al aula, y llegue bien, toma tiempo; no se puede hacer de un día a otro”.
“Desde nuestra óptica, la valoración sobre qué está funcionando y qué debe de cambiar de la legislación educativa, debe de esperar a que la reforma esté en marcha, a que conozcamos realmente cómo está funcionando.
Continuó haciendo énfasis, “Hoy apenas estamos en este proceso y falta mucho. Hay áreas centrales que no han iniciado, como el fortalecimiento de la educación inicial, que se va a hacer”.
Destacó: “Después de un proceso legislativo tan intenso, tan profundo y republicano, en donde hubo cambios centrales en la educación, el ejercicio que tenemos que hacer como país, es permitir que la reforma avance, se implemente, y cuando esté plenamente implementada y funcionando hagamos las evaluaciones para saber qué es eventualmente lo que se debe cambiar”.
Recordó que hoy, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la SEP están trabajando para tener un ejercicio más cercano a los maestros, que lo perciban más justo y útil para el objetivo que estamos buscando: una vida profesional sustentada en el mérito y apoyo.
La Reforma da esa flexibilidad, expuso Nuño Mayer, para que sea a través de la política pública en donde tengamos esa mejora continua y se puedan enfrentar los diversos problemas que se generan.
