El chihuahuense Misael Rodríguez terminó este lunes con la racha de 16 años de ausencia del box mexicano en el podio olímpico, al asegurar bronce en Río 2016, luego que su coterráneo Christian Bejarano se colgara al cuello una medalla en Sidney 2000.
Golpe a golpe y con certeza el llamado “Chino” salió siempre con el deseo de trascender. No importó que minutos antes su compatriota Elías Emigdio hubiera sido descalificado y que eso propició que en el seno del equipo mexicano existiera tristeza.
Pero eso fue lo que encendió a Rodríguez, quien subió con el mejor de los ánimos y miró sin miedos al egipcio Bakr Hosam Hussein Abdin. Con coraje aportó su estilo, cambio los golpes y de inmediato puso a temblar a su contrincante.
Primer round. El “tricolor” conecta primero y el graderío comienza a rugir. Los pocos mexicanos hacen ruido hasta no poder y eso motiva a Rodríguez, quien se ve seguro.
En la esquina el entrenador Francisco Bonilla está sereno como es su costumbre, pero en su interior está que estalla. Las tarjetas de los jueces marcan 10 para el mexicano y 9 para el egipcio.
La grada estalla porque ven al mexicano con todo, está dispuesto a salvar a la delegación mexicana que, hasta el momento no está presente en el medallero, y él estaba a seis minutos de lograr la hazaña. El puño marcó su destino y conectó sobre el rostro del egipcio.
Para el segundo episodio, el chihuahuense salió con el mismo espíritu combativo. Bonilla mantuvo la calma y Rodríguez siguió aguerrido en el ring. Las tarjetas de nuevo marcaron al mexicano como el mejor.
El tercer episodio fue el definitivo y el mexicano sentía que solo era cuestión de esperar, de consumir los minutos para alzar la mano. Sacudió al rival con sendos puños y no quedaba más esperar el resultado final. El de Chihuahua venció al egipcio y dio a México la primera medalla. Es bronce, pero puede llegar a ser oro.
Misael Rodríguez ha terminado con un ayuno de 16 años de la última medalla del pugilismo mexicano en Juegos Olímpicos. Fue en Sidney 2000 cuando Christian Bejarano, también de Chihuahua, consiguió otro bronce, el más reciente de la fistiana “azteca” en justas veraniegas.
Aun es un ligero festejo, porque el jueves debe consumar la obra ante el uzbeko Bektemir Melkuziev en la semifinal de la división de los 75 kilos.
