Testigo fiel
Por: Jesús Torres
¡Viva México!
La noche de este 15 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador saldrá al balcón de Palacio Nacional a dar el tradicional Grito de Independencia.
Una celebración que nos recuerda a los héroes que nos dieron patria y libertad, pero que a la distancia se ha reducido a un mero acto oficial de lucimiento y protagonismo.
En estos tiempos de pandemia y desgracias que atraviesa México habría que preguntarse si realmente tiene sentido realizar un numerito de este tipo, incluso sin público en el zócalo capitalino debido a la emergencia sanitaria.
Lo que se verá es un acto protocolario para cumplir con un ritual que se viene haciendo repetidamente desde 1823.
La realidad que vive México hoy por hoy supera cualquier tipo de celebración.
Más de medio millón de muertes por el coronavirus, una población que vive bajo riesgo porque no hay vacunas y una ola de violencia que ha dejado casi 100 mil defunciones en el país.
A todo eso habría que sumarle el luto que viven los hogares por la pérdida de quienes han perecido a causa de fenómenos naturales, como ha ocurrido en Tula, Hidalgo, Ecatepec, estado de México, Guerrero, Veracruz o en el Cerro del Chiquihuite.
Por si fuera poco, en lo que va de este sexenio México ha sumado más de 4 millones de nuevos pobres que no tienen acceso a la salud, el alimento y un techo donde vivir.
Como país, y bajo estas circunstancias, ¿habrá realmente algo que celebrar? No lo creo.
¿Ya tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca?
¿Se cancelarán las obras del Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas para reorientar esos miles de millones de pesos a niños con cáncer, vacunas para todos y atender a los más desprotegidos?
Un reporte actualizado del IMCO destacó que México ya es uno de los 10 países menos competitivos en el mundo.
En este 2021 hiló tres años a la baja al caer seis posiciones en el ranking al ubicarse en el lugar 37 entre las 43 naciones calificadas en el Índice de Competitividad Internacional.
Pero esta noche desde el balcón de Palacio Nacional se oirá el grito a todo pulmón: ¡Viva México!
