Por: Jesús Torres
La violencia sigue ganando
Mientras al pueblo mexicano lo tenían distraído con la consulta popular, que al final del día resultó un fiasco, el país cerraba el mes de julio calificado como el tercero más violento en lo que va del año.
Con esta información arrancamos la semana mientras el inquilino de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador y sus huestes de Morena de lo único que hablan es de los resultados de la consulta y el juicio a los expresidentes.
Aunque el reporte diario del gabinete de Seguridad Nacional pasó desapercibido en el espectro nacional, se supo que en julio se registraron un total de 2 mil 381 homicidios dolosos, un promedio de 76 asesinatos al día, cifra que representa un aumento del 5.7 por ciento con respecto a junio en delitos de alto impacto.
Tan sólo en dos días, julio reportó más de 100 crímenes: el domingo 4 con 115 muertes intencionales y el lunes 19 con 103, respectivamente.
Las entidades con mayor registro de violencia fueron Guanajuato, Estado de México, Michoacán y Baja California.
Por si fuera poco, a inicios de este mes de agosto, mientras los mexicanos eran convocados a las urnas para llevar a juicio a los ex presidentes, ya se reportaban 83 asesinatos en el Estado de México, Chihuahua y Guerrero.
En lo que va de 2021, mayo ha sido el mes más violento con un registro de 2 mil 462 víctimas, seguido de marzo con 2 mil 444 según el informe del equipo interdisciplinario integrado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Sedena, Marina, y la Fiscalía General de la República.
Hasta ahora en los que va del sexenio de López Obrador la delincuencia ha cobrado la vida a 95 mil 941 personas en todo el país, considerada ya la peor crisis de inseguridad comparada con otros gobiernos.
En diciembre de 2018, cuando AMLO asume el cargo de presidente, se registraron 3, mil 091 homicidios dolosos; un año después en 2019, fue de 36 mil 661 asesinatos; el 2020 dejó 36 mil 579 decesos y en lo que va de 2021 ya se contabilizan 19 mil 610 muertes intencionales.
Mientras eso ocurre en México, en Palacio Nacional se asoma un nuevo distractor: la revocación de mandato.
La inseguridad, la economía y la salud, pueden esperar tres años más.
