El mercado laboral de México tiene indicadores más positivos que el resto de América Latina gracias al dinamismo de las inversiones, las reformas aprobadas y su integración económica a Estados Unidos, destacó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El director regional para América Latina y el Caribe de la OIT, Juan Manuel Salazar-Xirinachs, destacó además que las recientes reformas en materia de justicia laboral propuestas por México darán mayor velocidad y eficiencia en la resolución de los conflictos en esta área.
Entrevistado en el marco del 36 periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señaló que mientras la generación de empleos en la región enfrentará un panorama “nublado”, el mercado laboral en México tiene mejores indicadores.
“En comparación con el resto de la región, México tiene indicadores positivos, en parte porque con Centroamérica comparte esa característica de estar mucho más integrado a la economía norteamericana, que está jalando en un sentido positivo, si se compara con Sudamérica, además de una serie de reformas y un dinamismo de inversiones que tiene el país”, resaltó.
Si bien en algunos temas específicos el mercado laboral de México enfrenta retos para lograr un mayor crecimiento y diversificación, en términos generales es una de las economías latinoamericanas con mejores indicadores que otros países de la región.
Mencionó que en la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Trabajo realizada a principios de este mes en Cartagena, Colombia, el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete, expuso ante autoridades de la OIT la reforma en materia de justicia laboral que impulsa el gobierno de México.
“Escuchamos que es una reforma importante, significativa, que va en principio a poder mejorar el sistema de la justicia laboral, además de otros elementos en términos de velocidad y de eficiencia en la resolución de esos conflictos”, expresó.
Por otra parte, Salazar-Xirinachs alertó que el mercado laboral de América Latina presenta un panorama “negativo, un poco nublado”, ya que la desaceleración económica que enfrenta la región impactará la generación de empleos.
La OIT, apuntó, estima que este año el desempleo abierto de la región aumentará 0.5 puntos porcentuales a 6.7 por ciento, que si bien es un alza marginal, significa 1.7 millones más de personas desempleadas, para un total de 19 millones en toda América Latina y el Caribe.
“Pero esa es la punta del iceberg, porque el riesgo, y cuando uno caracteriza el mercado de trabajo en América Latina, no basta con ver nada más el desempleo abierto, sino hay que ver la informalidad, la pobreza, y la calidad del empleo”, acotó.
El director regional para América Latina y el Caribe de la OIT advirtió que el riesgo que existe es que se esté estancando el mejoramiento que había registrado la generación de empleos de la región, incluso que en algunos países aumente el desempleo y la informalidad.
Recordó que en la llamada “época de oro” de crecimiento económico de América Latina entre 2003 y 2013, en promedio hubo una reducción del desempleo y aumentó la formalidad, apoyada por el buen desempeño de Brasil.
No obstante, consideró, la desaceleración económica de la región significa el riesgo de que se estanque la creación de empleos o aumente un poco la informalidad, debido sobre todo a la fuerte contracción económica que se prevé para Venezuela y Brasil en este año.
Salazar-Xirinachs comentó que algunos organismos internacionales pronostican que América Latina en su conjunto registrará un crecimiento económico “bajísimo”, de entre 0.03 y 0.08 por ciento.
“Un crecimiento tan bajo, que es mucho mejor que una contracción, no es un crecimiento satisfactorio para tener tracción en el mercado de trabajo y mejorar suficientemente las cifras del mercado de trabajo”, opinó (Notimex)