La sesión del Senado que debe votar si abre el juicio político contra Dilma Rousseff puede terminar “cerca de las cinco de la madrugada”, por los discursos que presentarán 63 senadores, informaron a Notimex fuentes de la cámara alta.
El reglamento establece que cada senador tiene derecho a 15 minutos de discurso, antes de la intervención final del relator de la comisión especial (a favor del juicio político) y de la defensa.
Posteriormente se celebrará la votación, que será abierta y por vía electrónica, a diferencia de la realizada en la sesión del 17 de abril pasado en la Cámara de Diputados.
Iniciada a las 10:00 horas locales (13:00 GMT), para las 16:30 (19:30 GMT) apenas 14 senadores se habían pronunciado, pero había inscritos para hablar en la cámara alta un total de 63 parlamentarios.
El presidente del Senado, Renan Calheiros, señaló este miércoles que haría “un esfuerzo para que tengamos un resultado para las 10 de la noche”, pero a media tarde ello parecía improbable.
“La sesión irá hasta la hora en que sea necesario”, aclaró posteriormente Calheiros.
Todas las encuestas señalan que el “Sí” se impondrá en la votación, con lo que Rousseff sería apartada de la Presidencia por 180 días, tiempo en el que debe ser juzgada en el Senado por un supuesto “crimen de responsabilidad” en el manejo de las cuentas públicas de 2014 y 2015.
Cientos de policías fueron desplegados e incluso un muro metálico fue erigido en la inmensa explanada frente a la sede del Legislativo en Brasilia, ante la posibilidad de que haya manifestaciones populares a favor y en contra el juicio político.
Sin embargo, en lo que va de la jornada de este día apenas se registraron protestas.
El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, quien lleva semanas negociando su equipo de gobierno, asumiría la Presidencia a partir de mañana o del viernes para un periodo que se extenderá durante el tiempo que se prolongue el juicio a Rousseff en el Senado.
La oposición acusa a Rousseff de usar artimañas contables por medio de créditos de instituciones públicas para cuadrar las cuentas de 2014 y 2015.
En tanto que el gobierno de la presidenta niega irregularidades y califica todo el proceso como un “golpe” de la oposición para alcanzar el poder sin el aval de las urnas.
Rousseff sólo sería apartada definitivamente del poder si, al final del juicio político, el plenario del Senado la considera culpable de los crímenes que se le imputan.
Para que sea depuesta por “impeachment” e inhabilitada por ocho años son necesarios dos tercios de los 81 senadores (54 parlamentarios), una cifra que la oposición asegura tener. (Notimex)