A Andrés Manuel López Obrador no le ha ido nada bien con sus recomendados en tiempos electorales. La mayoría han salido ‘puques’, porque lo traicionan o de plano están manchados por la corrupción y dejan mal parada su llamada Cuarta Transformación.
En Tabasco, antes de las elecciones de 2012, cuando López Obrador buscaba la presidencia de la república bajo las siglas del PRD, recomendó a los tabasqueños al ex priista, Arturo Núñez Jiménez, según porque era garantía de honestidad.
Ya todos sabemos cómo terminó la administración nuñista después de seis años de gobierno, la corrupción y el desfalco financiero provocado a la hacienda del estado no fue algo menor.
Por cierto, el pueblo de Tabasco sigue a la espera que se haga justicia y se castigue con todo el peso de la ley a los saqueadores del régimen de Núñez, recomendado por el hoy presidente de la república.
En el 2016, ya como dirigente nacional de Morena, AMLO quien había acusado de corrupto al ex priista, Evaristo Hernández Cruz, le abrió las puertas de su partido y lo postuló como candidato a la alcaldía de Centro para las elecciones de 2018.
En poco más de dos años que lleva de gobierno, el edil ahora morenista, ha sido de los peor evaluados no sólo en Tabasco, sino entre las 100 alcaldía más importantes del país. Es otro de los que ha salido ‘puque’ al inquilino de Palacio Nacional.
El revés más reciente al munícipe fue el resolutivo que emitió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) quien confirmó una violación de género político que cometió Hernández Cruz en contra de la diputada del PRD, Dolores Gutiérrez Zurita y que lo deja inhabilitado para ocupar otro cargo, si es que aspiraba a la gubernatura en el 2024.
Lo cierto es que, tan mal ha quedado el gobierno de Morena en el municipio de Centro, que existen todas las posibilidades de que en las elecciones del próximo 6 de junio, el partido pierda la capital tabasqueña.
Otro caso, y que tampoco es menor, se dio en la tierra del tepetiteco, en Macuspana, con el depuesto ex alcalde morenista, Roberto Villalpando acusado de desviar 200 millones de pesos de las arcas municipales y en el que por cierto se vio involucrada la cuñada de López Obrador. Hasta hoy ambos siguen impunes y lo que es peor, no son los únicos en todo el estado.
Con todo eso, AMLO y su partido siguen postulando a escorias de la política, como ocurre en Campeche con Layda Sansores o Félix Salgado Macedonio en Guerrero, acusado de violación, sólo por citar algunos.
Como se ve, Morena no es la esperanza de México, es el trampolín de los saqueadores que siguen medrando con el presupuesto público.
