Testigo fiel
Por: Jesús Torres
El fracaso de AMLO en Campeche
Este fin de semana quedó al descubierto el uso político que desde Palacio Nacional se ha venido dando a las vacunas contra el coronavirus, como aquí se dijo, en el caso particular de Campeche, que hasta hace unos días se encontraba en Semáforo Verde.
La insistencia de Andrés Manuel López Obrador, para que estudiantes y maestros campechanos regresaran a las aulas, más que un beneficio, tenía un trasfondo político que al final no pudo ser consumado por el tabasqueño.
La respuesta de las autoridades de Campeche simplemente fue no prestarse a la perversidad del tabasqueño que buscaba descarrilar el éxito que ha tenido el estado en la contención de la pandemia, actualmente reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y no sólo eso, las medidas que el pueblo y gobierno campechano han tomado contra el SARS-CoV-2 les ha valido el reconocimiento como destino seguro a través del Sello de Viaje Seguro que otorga el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, además de la constancia de Buenas Prácticas de Seguridad y Calidad Higiénica en la prestación de servicios turísticos.
En sí, Campeche es un oasis en cifra de contagios y muertes por Covid-19, que no puede compararse con lo que ocurre en el resto de los estados de la república, y que tiene hoy a México en el funesto tercer sitio en el mundo por fallecimientos.
Por eso, que Campeche se haya mantenido durante cuatro meses en Semáforo Verde y ejemplo a nivel internacional, políticamente no le era conveniente a López Obrador y sus huestes de Morena que a toda costa pretenden encumbrar a la gubernatura a la campechana Layda Sansores en la tierra del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Regresar a las aulas a los alumnos bajo la consigna de López Obrador de vacunar primero que nada a los maestros no tenía otro propósito más que el fin maquivélico de romper con el control que autoridades campechanas tienen sobre la pandemia y dar elementos a Morena para sacar raja política y cobrar esa factura el próximo 6 de junio.
Con lo que no contaban en Palacio Nacional es que en Campeche era más conveniente regresar a Semáforo Amarillo, antes que exponer a la población al contagio y a la muerte con el regreso a las clases presenciales.
Queda claro que a los de la cuarta transformación el tiro les salió por la culata y lo que es peor, dejan al descubierto la mezquindad con que actúan cuando se trata de la salud de los mexicanos.
