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México, el peor lugar para vivir…por la pandemia

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Testigo fiel

Por: Jesús Torres

México, el peor lugar para vivir…por la pandemia

México sigue manteniéndose como el peor lugar para vivir en el mundo por la pandemia, incluso ha rebasado todos los pronósticos por fallecimientos a causa del virus sin contar que se encuentra entre los primeros sitios en el planeta por muertes de coronavirus.

Es además el país, que junto con Estados Unidos y Brasil, los presidentes se han contagiado de Covid-19, el último que reportó haberse infectado fue el de México, Andrés Manuel López Obrador.

Un gobernante que en los últimos diez meses se opuso rotundamente al uso del cubrebocas, igual que el brasileño, Jair Bolsonaro y el ex mandatario estadounidense, Donald Trump. Los tres lideran los primeros países con más defunciones por el SARS-CoV-2.

Los resultados del desastroso manejo de la pandemia en México fueron dados a conocer en el último reporte de Ranking de Resiliencia de Bloomberg que ubicó a nuestro país, por tercer mes consecutivo como el peor lugar para estar durante la pandemia. Eso y con todo que se anunció el Plan de Vacunación Nacional por parte de la Secretaría de Salud.

Pero eso no es lo más grave, a finales de 2020, la Universidad de Washington calculó que para el mes de abril de este 2021, en un negro panorama para México, nuestro país alcanzaría las 164 mil muertes por Covid-19, cifra a la que se podría llegar antes de lo previsto, considerando que aún no concluye enero y ya se rebasaron los 150 mil decesos.

En agosto del año pasado, México llegó al “escenario catastrófico” de las 60 mil muertes planteadas por el estratega contra la pandemia, Hugo López Gatell. Cuatro meses después las defunciones se duplicaron.

Lo más lamentable, es que los mexicanos tienen un presidente que se mofaba de la amenaza que representaba el virus para la salud desde que se registraron los primeros casos.

En sus mañaneras de Palacio Nacional convocaba a todos a abrazarse, presumía contar con un escudo protector. Incluso mostraba estampitas y alardeaba que el corazón de Jesucristo lo protegía del enemigo, en franca referencia al virus.

Decía que no se hacía pruebas porque no tenía síntomas y advertía que usaría tapabocas hasta que se acabara con la corrupción.

Los resultados ya todos los conocemos. Por eso México está en el sótano como el peor lugar para vivir y con un presidente enfermo.