Testigo fiel
Por: Jesús Torres
SCJN, consulta mata derecho
El resolutivo de la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a favor de la consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes de México, a propuesta del inquilino de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, vino a confirmar una vez más que en este país política mata derecho.
El sometimiento del poder judicial ante el Ejecutivo federal no es otra cosa que un indicativo de la degradación del quehacer público en México, aunque para ello se violenten las garantías y los derechos más elementales de las personas.
Cinco de los seis ministros que votaron en contra coincidieron en que no era posible que la ley se sometiera a una consulta, y aunque defendieron con sólidos argumentos el proyecto de su similar Luis María Aguilar, no alcanzaron la mayoría para echar abajo la iniciativa de López Obrador.
El presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, allegado a AMLO, se encargó de inclinar la balanza al momento de someterse a votación si era constitucional o no la consulta para enjuiciar a los ex presidentes.
En la víspera la SCJN no sólo se había visto presionada por los dichos en las mañaneras de López Obrador para que los ministros votaran a favor de la consulta, sino también por las huestes de Morena, que horas antes de la sesión se manifestaron con pancartas en la sede del máximo órgano judicial del país.
Con este resolutivo, se sienta un precedente en la historia jurídica del país al otorgar facultades a la ciudadanía para llevar a juicio a servidores públicos por supuestos delitos cometidos en el ejercicio de la función pública o en caso contrario conceder una especie de perdón o amnistía a los acusados.
Esto, a pesar de atentar contra las funciones constitucionales de procuración e impartición de justicia, así como el debido proceso legal que debe regir en todo Estado constitucional y democrático de Derecho.
Por eso, en defensa del proyecto presentado por Luis María Aguilar, el ministro Javier Laynez fue claro y contundente al señalar que la justicia no debe estar sometida a una consulta.
Lo cierto es que ayer, el tabasqueño abrió una puerta para enjuiciar a sus antecesores, aunque también podría convertirse en una irresistible tentación para un futuro presidente que sea su adversario. Al tiempo.
