Ante un Zócalo de la Ciudad de México vacío, en el cual se encendió “la llama de la esperanza”, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó su segunda ceremonia del Grito de la Independencia en lo que va de su mandato.
Además de los tradicionales vivas a los héroes de la Independencia, el Ejecutivo federal arengó las comunidades indígenas, la libertad y la esperanza en el porvenir.
La plancha de la Constitución estuvo adornada por una serie de focos que formaban la silueta del territorio nacional, mismos que rodeaban la bandera que se encuentra en el centro de esta plaza pública.
En punto de las 23:00 horas de este 15 de septiembre, López Obrador caminó junto con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller hacia el balcón principal de Palacio Nacional, recibió la bandera de México de parte de la escolta del Heroico Colegio Militar y se presentó ante el Zócalo.
Desde que el mandatario apareció en el balcón presidencial hasta que concluyó el espectáculo de pirotecnia y música transcurrieron 17 minutos.
Previo a la aparición de López Obrador, el programa oficial del gobierno federal presentó una reseña histórica del origen de la celebración de las fiestas patrias y, en específico, la ceremonia para celebrar la noche del Grito de Independencia.
El programa de celebración que se transmitió a través de redes sociales y de medios públicos también incluyó a historiadores que relataron momentos de la Guerra de Independencia.
El primer cuadro de la Ciudad de México estuvo custodiado por elementos de la policía capitalina para evitar que visitantes se acercaran al Zócalo, sin embargo, en las calles aledañas no faltaron algunos paseantes.
Comerciantes de artículos patrios reportaron que sólo se les permitió trabajar sobre Avenida Juárez y que fueron sorteados los días de trabajo, ya que fueron pocos los que estuvieron activos durante toda la temporada. (Forbes).