Franja Sur
Gobierno de Arturo Núñez igual o peor al de Granier
› René Alberto López
Cuando comenzó el gobierno de Arturo Núñez, un grupo de sacerdotes escuchaba el acto de toma de protesta a través de una estación de radio. Entre ellos comentaron que el nuevo gobernante había puesto “la vara muy alta”.
Se referían al tema del exgobernador priista Andrés Granier Melo, compadre de Núñez –entre compadres te veas–, pues en su discursos Núñez se lanzó con todo contra el ex mandatario y sus colaboradores, para supuestamente combatir la corrupción gubernamental.
Dijo que serían encarcelados y, finalmente, con sus acusaciones el gobierno federal actuó en contra de Granier y de algunos de sus funcionarios.
En efecto, el principal problema del país y sus gobiernos es sin duda la corrupción. La mayoría de los políticos pelean los cargos públicos para lograr asirse al poder y amasar fortunas a través de negocios que les permite la función pública,
Es un mal que hemos padecido por generaciones y por el que, precisamente, se encuentra en prisión el ex gobernador Granier Melo y su secretario de Finanzas, José Manuel Saiz Pineda.
Pero ese mal endémico por el cual se desgañitó Núñez en su toma de protesta, que según nunca volvería a pasar en Tabasco, está floreciendo en su administración.
El primer indicio de corrupción en la actual administración fue denunciado por el entonces ex dirigente estatal del PRI, Mario Llergo, quien destapó presuntos actos de corrupción en el DIF-estatal.
Presentó documentación sobre unos contratos millonarios para vender alimentos a esa dependencia, en cuyo negocio estaba involucrado un funcionario del DIF.
El tema con fuerte tufo a “tráfico de influencias” no quedó aclarado del todo por el DIF, por lo que los diputados de la próxima Legislatura ahí tienen una tarea para esclarecer, ya que el mismo gobierno del “cambio” lo oculta como el gato.
Pero apenas la noche del lunes el noticiero Hechos de Televisión Azteca, en cobertura nacional, denunció a través de sus imágenes, presumibles acciones de podredumbre en el gobierno de Arturo Núñez.
El noticiario señaló que en la secretaría de Salud aparecen los nombres de personas que cobran sin trabajar en esas oficinas y, lo peor, lo más grave, lo criminal es que sigue la crisis hospitalaria en Tabasco.
Los nosocomios del estado persisten sin medicamentos, sin atención digna a los enfermos, sin equipo adecuado para pacientes de cáncer, diabetes, de alta presión, en fin, hay un verdadero desgarriate en la secretaría de Salud.
Además, es la secretaría de donde se conocen más casos de subejercicios, esto es, que devuelven el dinero a la federación porque, simplemente, no saben gobernar.
Sobre la Secretaría de Salud hay observaciones del Órgano Superior de Fiscalización de millones de pesos que se pagan a supuestos trabajadores, sostuvo ante las cámaras de la televisora la legisladora del Verde, Esther Dagdug.
Entrevistado también por Hechos, el diputado independiente, Mario Llergo, acusó que a la mitad del sexenio se puede observar que se ha prolongado la corrupción del gobierno de Granier al gobierno de Arturo Núñez, esto es, sigue la horrorosa corrupción igual que cuando la anterior administración estatal.
Hasta donde sabe este franjero, próximamente nos enteraremos de otras graves anomalías en una dependencia más del “gobierno del cambio”, que continúa cayéndose a pedazos ante el cúmulo de mediocridades.
Así que, no se puede olvidar aquella predicción de los sacerdotes. “Con la vara que mides”.
Imagínese lo que pudiese suceder después de 2018, si el PRI gana la gubernatura, claro, que no sea con Gina Trujillo, porque la diputada federal priista es adicta al nuñismo y, es una de las estrategias del gobernador perredista para la elección por la gubernatura. El pueblo no es tonto.
O bien, que el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador se convirtiera en el próximo presidente de México. Son escenarios posibles.
