Un bloguero mexicano, con un parche negro en un ojo y aún con prótesis metálicas en la cara producto de un intento de asesinato, confrontó el miércoles al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los peligros que enfrentan los periodistas y exigió justicia.
El mandatario prometió aumentar la protección para periodistas cuando asumió el cargo en diciembre de 2018. Desde entonces 11 han sido asesinados. El país es considerado el segundo más peligroso del mundo para los trabajadores de los medios después de Siria.
“Presidente, nos están matando, no lo olvide, por favor, nos están matando”, dijo el miércoles Paul Velázquez al mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
El 19 de diciembre, Velázquez recibió un tiro en la cara a unos 300 metros de su estudio de grabación en Los Mochis, Sinaloa, uno de los estados con mayor violencia en México relacionada con el narcotráfico.
El ataque sucedió después de que un colaborador cercano del alcalde de Los Mochis amenazara su vida, dijo Velázquez a Reuters en una entrevista telefónica.
El bloguero, quien critica la corrupción en Youtube y Facebook, donde tiene más de 25,000 seguidores, envió a Reuters un video, tomado desde una cámara de seguridad, que muestra a un hombre saliendo de detrás de un coche en la calle y disparándole.
En otro video, aparentemente filmado con un teléfono móvil, se ve a Velázquez de pie tambaleándose dentro de un supermercado recibiendo ayuda de algunas personas en medio de un charco de sangre.
El bloguero acusó al alcalde de Los Mochis, Manuel Guillermo Chapman Moreno, de estar detrás del intento de asesinato.
Un portavoz de la oficina de Chapman dijo a Reuters que el funcionario no estaba disponible para hacer comentarios sobre las declaraciones del bloguero, quien se considera también como activista y empresario.
“No vengo aquí a pedirle venganza, sólo le quiero recordar que usted nos ofreció justicia en este país”, dijo Velázquez a López Obrador.
El 2 de abril del 2019 el periodista denunció en la conferencia de prensa actos de corrupción de Chapman y pidió ayuda al mandatario para destituirlo.
Desde el atentado, que dijo le causó parálisis facial en la mitad de la cara y daños en un nervio cercano al ojo derecho, ha recibido protección gubernamental.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha señalado a México como un país peligroso la prensa, que suele ser blanco de ataques cuando su trabajo perturba a bandas criminales o a funcionarios corruptos.
Un total de 131 periodistas han sido asesinados en México desde el 2000, según Artículo 19, una organización defensora de la libertad de expresión. El CPJ dice que al menos cinco fueron asesinados en represalia por su trabajo y está investigando otros seis casos. (Reuters).