El papa Francisco se refirió este viernes al narcotráfico, actividad que “viene cobrando la vida de millones de personas” y lamentó que en el mundo sea “pobremente combatida”, durante su discurso en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
«Quisiera hacer mención a otro tipo de conflictividad no siempre tan explicitada pero que silenciosamente viene cobrando la muerte de millones de personas. Otra clase de guerra viven muchas de nuestras sociedades con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra asumida y pobremente combatida», dijo frente a los representantes de 193 países miembro del organismo.
Recordó que el narcotráfico trae consigo otros crímenes como el tráfico de personas y la corrupción, esta última, acotó, ha infiltrado diferentes niveles de la sociedad.
«Por su propia dinámica, el narcotráfico va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción que han penetrado en los distintos niveles de la vida social, política, militar, artística y religiosa», dijo el pontífice, asegurando que esto crea «una estructura paralela que pone en riesgo la credibilidad de nuestras instituciones», dijo Francisco en un discurso de aproximadamente una hora.
Asfixia de países en desarrollo
Asimismo, entre aplausos de los asistentes que interrumpieron en varias ocasiones el discurso, Francisco llamó a la «no sumisión asfixiante” con la que los organismos financieros «someten a los pueblos» en desarrollo.
«Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia».
Por ello, Francisco llamó a «conceder a todos los países, sin excepción, una participación y una incidencia real en condiciones de equidad en las decisiones de esos organismos, así como el Consejo de Seguridad de la ONU”.
«Derecho del ambiente»
El papa Bergoglio proclamó la existencia de un «verdadero derecho del ambiente» y dijo que cualquier daño a este «es un daño a la humanidad».
Como era de esperar, el papa pidió que la conferencia mundial sobre cambio climático de diciembre próximo en París llegue a «acuerdos fundamentales y eficaces».
Alertó contra las consecuencias del abuso de los recursos materiales disponibles, como la exclusión de «los débiles y con menos habilidades» y aseguró: «la exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente».
Además, Francisco pidió la «total prohibición» del armamento nuclear y dijo que la «amenaza de destrucción mutua» constituye un «fraude a toda la construcción de Naciones Unidas».
La existencia de una ética y un derecho basados en esa amenaza harían en la práctica que la ONU pasara a ser las «Naciones unidas por el miedo y la desconfianza».
Previo a su mensaje, en la sede de la ONU, sostuvo una reunión privada con el Secretario General Ban Ki-moon, habló con los empleados del organismo internacional y les agradeció por su labor.
«Su trabajo tiene un gran significado personal porque manifiesta el tipo de personas que somos», afirmó el pontífice.
Su presentación ante la Asamblea General es parte de la gira que realiza en Estados Unidos, en la que se convirtió en el primer papa en hablar ante el Congreso de Estados Unidos el jueves, con un emotivo discurso que se centró en la inmigración, la pena de muerte, la injusticia racial, el comercio de armas y la pobreza.
Por primera vez, la bandera de la Santa Sede ondeará delante de las Naciones Unidas junto con las banderas de los 193 estados miembros oficiales.
Con información de CNN, AFP y EFE.