El Gobierno de Chile confirmó el miércoles la celebración de la final de la Copa Libertadores entre el club argentino River Plate y el brasileño Flamengo en el Estadio Nacional de Santiago el 23 de noviembre.
La organización de la cita deportiva, la más importante de América a nivel de clubes, estaba en entredicho tras cerca de dos semanas de movilizaciones y protestas, que han dejado al menos 18 muertos y llevaron el martes a la cancelación de la cumbre de los países del Asia Pacífico APEC y de la cita global sobre cambio climático de Naciones Unidas COP25.
La recién nombrada ministra del Deporte, Cecilia Pérez, dijo a la prensa que ratificó a la Conmebol “la firme voluntad de que la final de la Copa Libertadores se haga en Santiago”, al tiempo que añadió que es “una tremenda fiesta deportiva y que le hace bien al país”.
La Conmebol celebró la decisión. “Agradecemos el compromiso mostrado por el Gobierno de Chile para garantizar las condiciones de seguridad para la celebración de la Final Única de la CONMEBOL @Libertadores 2019”, sostuvo la entidad en su cuenta de Twitter.
River y Flamengo llegaron a la definición tras eliminar en semifinales a Boca Juniors y Gremio, respectivamente. El equipo argentino buscará quedarse con el torneo por segundo año consecutivo. (Reuters).
